Retírenme de circulación
Retírenme de circulación.
Ya no quiero comerciar.
Adviertan,
como cuando los viejos pesos,
adviertan:
¡Tienen seis meses para hacer el cambio!
¡Luego ya no van a valer nada!
Se respetará un tipo de cambio de
mil a uno, y luego? luego de mil
a nada.
Habrá un periodo de confusión
y se revelará
que el valor de las cosas
es histeria colectiva.
Abandónenme.
Abandónenme en un cajón,
bolsita de monedas inútiles.
Algún día van a ser de colección.
Recuerdos de una abuela
que nadie escribió.
Que si un pingüino costaba 5 mil.
Que si un pariente había nacido en Puebla.
Y un tío con la ficción devastadora de que
un pingüino no podía costar 5 mil por qué
en esa época no había pingüinos.
Contemplen.
Contemplen, por favor,
contemplen tirarme a la basura.
Decidan no hacerlo:
Las monedas no se tiran,
aunque ya no valgan nada.