El directorio

—Aquí, es donde van los nombres de los residentes — dijo el arquitecto. Presumía su edificio nuevo, el lobby reluciente, y al centro, con un foco encima (el mejor foco), el directorio.

Su fondo de felpa, su marco de estaño, y esos renglones hundiditos donde van las letritas de plástico blanco que siempre están algo chuecas.

1A podría ser un consultorio. Quizás sea un doctor. O un psicoanalista.

1B podría ser un abogado, de esos independientes, que despachan de su casa.

En los pisos de arriba, residentes, obviamente. La viuda con gatos. La pareja recién casada, el señor es ingeniero, pero algo hippie, en las fotos siempre sale descalzo.

Es importantísimo el directorio. Fundamental. Así la gente sabe a donde ir, cuando vengan a visitar a sus amigos.

5A DOMINGUEZ
5B URRUTIA MONDRAGON

Tac tac tac, hay alguien en la puerta, seguro es Miguel que siempre llega temprano a las fiestas.

Hoy el directorio sigue ahí, pero ya no dice nada. Dicen que por la inseguridad. Que "No vaya a ser."

Pero yo creo que es otra cosa.